Hace bastantes años que no voy a Sevilla. Más de un lustro. Es una ciudad que me gusta mucho. En realidad, adoro todo Andalucía. Dicen allí que los vascos somos de dos tipos: o nos adaptamos y lo amamos o lo odiamos. Yo soy del primer punto. Me alegra conocer y relacionarme con gente de Andalucía y me encanta conocer y recomendar sitios muy buenos ahí. Si bien es cierto que mi experiencia andaluza se reduce a Sevilla (varios viajes), Granada, el aeropuerto de Málaga, La Rábida, buscar bares abiertos de madrugada en Palos de Frontera y un viaje de Huelva a Granada previo paso por Alcalá la Real (Jaén), lo que he vivido me gusta mucho. Tanto como para plantearme volver cada poco. Desgraciadamente, la situación financiera no ayuda a poder ir tanto como me gustaría. Por suerte, el pasado martes fui invitado a un evento turístico de la provincia de Sevilla para dar a conocer las maravillas de la capital de Andalucía y la provincia a la que da nombre (o al revés).

Presentación del acto.
¡Eh! Que hay más