Kunel Domburi Bar

No dabais un duro por mí, ¿eh? No dabas un duro por mí. Normal, yo tampoco lo hubiera hecho. Más de cuatro años después del último post en este blog, vuelvo con un poquito de ganas de compartir algo más de lo que tenemos por aquí. Es cierto que lo dejé meses antes de la pandemia y  del confinamiento y, en ese entonces, se paralizaron todas las escapadas a comer fuera de casi todo el mundo. Menudo tema, la pandemia. Pero bueno, el caso es que no tenía intención, esperanza o idea de volver a escribir en este txoko desde aquel 2019, pero he decidido volver. ¡En forma de chapa! No sé si tendrá continuidad (no la tendrá, lo sabemos todos), pero aquí va la primera entrada en muuuuuuuuuuucho tiempo.

Se trata de un sitio que encontré por casualidad y que me encantó el concepto y su ejecución. En los últimos meses he colaborado con Sukalmedia y su Kopa de Bizkaia de tortillas como jurado de las fases previas. Lo digo ahora porque la final es el lunes y ya se puede medio comentar (y si no, pues nada, otra denuncia más). En uno de los viajes que tuve que hacer por Bizkaia para catar tortillas vi de refilón junto al Ayuntamiento de Bilbao un local en el que ponía donburi bar. Obviamente acudí presto a Google a buscar respuestas. «¿Qué puñetas es un donburi?», pensé. Don Bori soy yo (jeje, chiste horrible). Básicamente es un plato típico de la cocina japonesa. Esa cocina que tan de moda se está poniendo en Bilbao a juzgar por la cantidad de locales que están abriendo (y no me da tiempo a probar). Básicamente son platos de arroz con distintos ingredientes encima. ¿Como una paella? (Lloros en valenciano). Como una paella, pero distinto.

El caso es que me acerqué a probarlos y os digo desde ya que está terriblemente recomendado. Tiene una carta pequeña, pero matona. Con unos cuantos entrantes (entre ellos takoyakis), pero de los que no probamos ninguno porque ya habíamos catado unas cuantas tortillas de concurso antes de ir y estábamos un poquito llenos.

Donburi Golden Curry Pollo.

Yo me pedí un donburi de Golden Curry pollo que estaba delicioso. Apenas picaba (lo indicaba en la carta) y estaba delicioso. Con un curry muy suave, un pollo frito que ya quisieran ciertas cadenas de pollo frito (a las chicas de verdad les gusta) y un arroz y unos encurtidos que le daban buena consistencia al plato. Mi madre, por su parte, se decidió por el gyú-don. En su caso incluía corte fino de ternera con cebolla, salsa semidulce kimchi y huevo a baja temperatura. ¡Fantasía!

Gyú-Don.

Con estos dos platos tuvimos más que suficiente, pero como digo, también existe la opción de pedir entrantes. Me quedé con las ganas de probar los takoyakis, pero no hubiera podido con todo, así que hice bien en reservarlos para una futura visita. El total de la cuenta rondaba los 35 euros con una copa de vino y una botella de agua grande. Nada mal para un plato contundente y delicioso.

Es un local pequeño situado frente a parada de autobús junto a la gasolinera al lado del Ayuntamiento (en la entrada a la Plaza del Gas, vamos). Cuando fuimos estaba a tope, pero siempre puedes llamar para reservar. Una decoración minimalista y japonesa y una atención y amabilidad mayúscula por parte del personal. Una grata sorpresa para disfrutar de auténtica comida japonesa en pleno centro de Bilbao. De aquí a apuntarnos en la peña Tokiotarrak del Athletic.

On egin!

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