No sé si a vosotros os pasará también. Tengo una lista de sitios en los que quiero comer e intento quedar con gente para ir tachándolos. A decir verdad tengo varias listas de esas. En este caso hablo de la realista, la que no tengo que empeñar una buena parte del sueldo para comer. Uno de esos locales pendientes de vista en Bilbao era el Satélite T, un restaurante con muy buena valoración en Google y demás servicios similares. Además, es conocido por su interesante oferta musical. Aunque el aspecto que quiero recalcar es el culinario, por supuesto.
La carta de hamburguesas es muy variada. En todo los sentidos. De atún, de pollo cajún, de quinoa… Inventos del demonio, a mi parecer. Cuando pido una hamburguesa espero carne de ternera o buey. ¡Que no lo llamen matrimonio! Dentro de las que entran en mi definición canónica de este plato pedimos dos. Una con paletilla ibérica y micuit y otra con salsa barbacoa. A este punto tengo que decir que para mi, si una hamburguesa va acompañada con salsa barbacoa, tiene que ir con bacon. Ya escribiré un día de estos sobre el decálogo de la buena hamburguesa. En este caso no llevaba, pero por 80 céntimos se le podía añadir. Cosa que hice, indudablemente.
Aquí empieza lo bueno. Pan del rico, duro y crujiente. ¿Que me gusta más tostado? Sí. ¿Que me voy a quejar por ello? No, siempre puede ser peor. Que el pan de la hamburguesa sea bueno es muy importante. La pieza, como veís, tiene un tamaño bueno. Tamaño justo, diría yo. Para no quedarte con hambre y para no dejar media hamburguesa en el plato. Además, venía acompañada de unas patatas gajo un pelín sosas, pero que se agradecen cantidubi.
Parece que me he amargado un poco y que no me gustó nada. No, no. Todo lo contrario. A veces es más sencillo sacar los pequeños fallos porque en lo que tiene que hacer bien, lo hace. Es el caso. La carne al punto, con un gran sabor y la combinación de ingredientes bien elegida. Me quedo con la BBQ+Bacon, aunque esa salsa barbacoa no estaba al nivel de la casera del Belmondo.
El queso también tenía un sabor muy especial e intenso, lo cual siempre es de agradecer. El mix de lechugas no era un estorbo. El tomate le daba un buen toque fresco. Se comen rápido y en silencio, disfrutando de lo ricas que están. Además, no están mal de precio. 7,5€ la ibérica y 6,3+0,80€ la BBQ, asequibles. Ya hay sitios donde empiezan a pasarse con los precios de las hamburguesas sin llegar a niveles de calidad demasiado altos.
Fuimos a la carta, pero aún así, en los postres nos dieron para elegir el del menú por 2.5€. Es un postre que no viene en carta y supongo que lo harán algunos días. Es curioso como lo presentan en el vaso de zurito de San Miguel. Una mouse de chocolate y una especie de crumble, también de chocolate. El otro que acabamos pidiendo fue una lujuria de chocolate que estaba espectacular. Y eso que no soy un fan acérrimo del chocolate. Delicioso.
En resumidas cuentas, Satélite T es un gran sitio para disfrutar de la buena música (pusieron temazos durante la comida), unas buenas y ricas hamburguesas a un precio razonable. Eso sí, se recomienda reservar antes de acudir, no vaya a ser que te quedes sin sitio como ya me pasó una vez y tuve que vagar por Deusto hasta acabar en el colombiano. ¡Houston, no tenemos problemas, estaba todo muy rico!
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