Los dos fines de semana anteriores acudí a degustar algunos pintxos al concurso que celebraba el municipio de Erandio, en el cual se sitúa el polígono donde estudio marketing hasta octubre. Erandio es un municipio dividido en dos (incluso tres) grandes zonas: Astrabudua, Erandio y Erandio-La Campa. En el caso concreto del concurso, tan solo teníamos dos zonas hábiles. Erandio y Astrabudua. Empezamos el viernes 3 en Astrabu y el 10 nos decantamos por Erandio.
Astrabudua
Todo empezo en Astrabu, junto al metro al salir del polígono. Hacía un gran día, con sol y calor. Así que aprovechamos para pedir unos generosos zuritos y arrancar la ronda en el Coppi, con su brandada de hongos con bacalao que, nada más llegar, tenía una pinta estupenda. Aunque era algo complicado de comer, todo sea dicho. Seguimos, ya con el tiempo encima, por la berenjena rellena del Víctor. Hecho en el momento (hubo que esperar un poquito), pero la cantidad y, sobre todo, la calidad mereció totalemente la pena. ¡Uno de mis preferidos! Acabamos esta ronda en el Akeitxete y su tostada de plátano con queso que dejaba un dulce regusto final.
Erandio
El viernes 10 amaneció complicado. Tuvimos suerte porque durante el paseo del polígono a la calle Jado de Erandio no nos llovió. Incluso pudimos degustar el champiñón relleno del Oasis en la terraza con el toldo bien puesto. Aquí si que se nos echó el tiempo encima y tuvimos que apretar para llegar al cierre del plazo en esa tanda (las 15:30h.). Nos decantamos por la brocheta de pulpo y vieira a la plancha del Xixili. Y bien que hicimos, porque a lo tonto, se convirtió en mi claro ganador del concurso. No solo la calidad de los ingredientes y la cierta elaboración que exigía el pintxo, también el hecho de estar hecho en el momento. Terminamos la ronda, bajo el diluvio en el bar de al lado, el Batzoki de Erandio, pero del Erandio de abajo, no la cervecera cercana a Asua. Un pintxo curioso y muy rico. Caliente hubiese estado mucho mejor, todo sea dicho.
La verdad es que me sorprendió la calidad y cantidad de los pintxos de Erandio. No daba un duro por ellos y, al final, me satisfizo a un nivel bastante alto. Así que sí, recomiendo una visita a Erandio y Astrabudua a disfrutar los pintxos y los precios más ajustados. Los zuritos rara vez sobrepasaban el euro (o más). Maravilloso.
Por cierto, no tiene nada que ver con el Santutxu Pintxotan o Kasko Pintxotan, aunque tengan la misma nomenclatura.
