Mi descubrimiento del verano ha sido una serie en Netflix. Se trata de ‘Samurai Gourmet’, una producción original de la plataforma de vídeo bajo demanda basada en el manga homónimo que, a su vez, está basado en el ensayo de Masayuki Kusumi. Una serie que trata sobre un recién jubilado japonés que tiene que adaptarse a su nueva vida lejos de la empresa donde llevaba más de 30 años. Las distintas situaciones que vive las imagina como si fuese un samurai errante y la comida tiene una especial importancia en los capítulos de 20 minutos escasos. Quiero hablar de esta serie en otra ocasión más en profundidad, pero quería dejar constancia de ella y de la culpa que tiene en mi renovado interés por la comida nipona. De eso voy a hablaros hoy en este post, de un restaurante bilbaíno con un concepto 100% japonés: Sugoi Ramen.
El ramen es un plato chino, pero se exportó a Japón y ahí goza de una gran popularidad. Básicamente es una sopa con fideos y tropezones. Así que las variantes disponibles son casi infinitas. En el Sugoi las han reducido, evidentemente, pero las distintas posibilidades son igualmente interesantes y abundantes.
Sugoi Ramen tiene dos locales en Bizkaia: uno en el centro comercial Artea y otro en la calle de Ripa, en Bilbao. Son los dos únicos que hay abiertos por el momento y no sé qué planes de expansión tendrán, si es que los tienen, claro. El local está claramente inspirado en esos pequeños restaurantes tradicionales enclavados entre edificios residenciales de Japón. Se ven unos cuantos en ‘Samurai Gourmet’ y son típicos de animes o mangas. La decoración interior no deja lugar a dudas, se trata de un restaurante japonés.
Respecto a las propuestas gastronómicas, no todo es ramen, aunque de nombre al local. Si bien este plato es el más importante y predominante del restaurante, también se pueden probar los yakisobas y los gohan (jeje, el hijo de Goku). Yakisoba es un salteado de fideos ramen con verduras y/o carnes o pescados y el gohan es un plato con base de arroz, huevo, zanahoria y lo que quieras echarle. Además de ello también tienen diferentes tapas o raciones para abrir boca o compartir. Las famosas gyozas (que ya puedes encontrar en cualquier parte), alitas de pollo a la japonesa, ensaladas (que tienen buena pinta sobre el papel, la verdad) y los yakitoris, pequeñas brochetas a la plancha. Una buena selección de productos japoneses para disfrute de los bizkaitarras.
En esta primera visita (no será la última, ya os lo digo) me decanté por el menú del día. Un menu muy bien parío con un poco de todo para que nadie se quede sin comer. Me decidí por el yakitori vegetal, el ramen de ternera con rice stick (fideos planos de arroz) y caldo de curry picante. ¡Solo de recordarlo se me hace la boca agua! Y acabo de salir de ahí. También he querido probar las gyozas de pollo, aunque iban a parte del menú.
El sitio tiene pinta de ser nuevo, lo descubrí la semana pasada cuando volvía del Kubrick de tomar un café y me dije que tenía que probarlo. Cuando he ido a comer estaba vacío, tanto es así que tenía el número 2 para recoger la comida y solo había una pareja comiendo. Así que ha salido rápido. Todo a la vez, para que te lo administres como tú quieras. Y una bandejita de plástico, no olvidemos que os hablo de un street food o comida rápida, aunque de otra manera. El yakitori de verduras con salsa teriyaki ha ido de menos a más. El primer trozo no me ha gustado, era una seta sitake (¿o champi?) con un sabor amargo, el espárrago y el pepino en cambio estaban deliciosos. Daban ganas de repetir. Las gyozas, por su parte, estaban también muy ricas. Venían con un poco de salsa de soja, lo cual siempre es bueno. Bien rellenas y compactas. No como en otros sitios que parece una bolsa de patatas fritas con la cantidad de aire que hay dentro de la masa de empanadillas.
El plato fuerte ha sido el ramen. Ternera con zanahoria, fideos rice stick y caldo de curry picante. Un sabor fuerte a curry (que es lo que buscaba) y unos fideos escurridizos que han hecho que desistiese del uso de palillos y pasase al tenedor. Curiosamente, tampoco ha ido muy bien de esa manera y he acabado tirando de la cuchara para todo. ¡Delicioso! Picaba al principio, pero una vez que te acostumbras, no se nota tanto y no lastra el conjunto. Picante del bueno, vamos. La ternera, cortada fina y terminada de hacer con el calor del caldo estaba un punto sosa, pero nada que no se pueda arreglar con algo de soja.
Sin querer entrar mucho en detalle (por ahora) de ‘Samurai Gourmet’, el primer capítulo trata sobre las convenciones sociales del Japón contemporáneo sobre la ingesta de alcohol en mitad de la jornada laboral. El pobre Takeshi no se atreve a beber una cerveza durante la comida, aunque luego recuerda que está jubilado. Eso es algo que en España nos preocupa menos y, al final, me he decantado por una caña para acompañar la comida (el menú incluye agua, refresco o vino). El segundo episodio es el dedicado al ramen y ha conseguido que volviese a recodarlo mientras lo comía en el Sugoi Ramen de Bilbao. Ficcion, realidad y distancia. Ya dije que el Udon me había conseguido transportar allí sin haber estado nunca, este local de street food ha provocado que reviva una de las series que más me han gustado en los últimos tiempos. Si os gusta el ambiente japonés, no dejéis pasar la oportunidad de comer (o cenar) en el Sugoi Ramen.