No es habitual que a mediodía salga a comer un menú del día por el pueblo. Lo de comer fuera de casa, pero en la zona, es más propio de las cenas. Además, para comer no suelo tener mucho tiempo y prefiero ir a casa y comer algo rápido. Esta semana como estaba de vacaciones fui con mi madre a comer al Saniko, un gastrobar (no sé bien cómo definirlo) que está al lado de casa y que tiene un menú del día muy resultón e interesante. No fue la primera vez (ya habíamos ido antes en abril), pero así aprovecho la doble experiencia para contar lo que me pareció.
Este bar está junto al nuevo Getxo Antzoki. Un mostrenco de hierro y cristal que lleva en obras casi una década. Poco antes del comienzo de las obras es cuando abrió este bar y ha tenido que aguantar todo el trajín. Empezó con una pequeña parte y dando platos del día, pero con el tiempo ampliaron y ahora tienen un local bastante grande con una buena terraza. Un pequeño comedor con unas 8 mesas y no demasiada capacidad. Por eso es recomendable reservar antes, suele estar lleno y cuesta conseguir mesa si te presentas de pronto. Por suerte, siempre puedes tomar algo mientras esperas.
Un menú con tres primeros, tres segundos y tres (creo que alguno más) postres. Siempre tienen algo interesante que ofrecer y un servicio muy rápido, lo cual es de agradecer. En nuestra primera visita me decanté por un plato de pasta con salsa boloñesa que estaba francamente rico. El pasado martes me decanté también por la pasta, en este caso china con verduras salteadas y pechuga a la plancha con salsa de soja (idea buena para hacer el casa). Sí, me gusta la pasta.
Tengo que decir que me gustó más la primera vez, aunque no estaba nada mal el plato de esta semana. Diferencias de criterio y gusto. Como primero, mi madre se pidió unas verduras en tempura con una capa de emulsión de patata. Pude probar un poco y diré que estaba bien bueno. Aunque cualquier cosa en tempura y frita está rica, para qué engañarnos.
Respecto a los segundos, el cordero lechal en su jugo con patatas fritas es la especialidad de la casa y no lo sacan del menú ni en verano. Un cordero tierno y jugoso, muy, pero que muy rico. No al nivel del que pudo comer mi hermana en El Guía de Sóller, pero si que está a la altura. Recuerda al que hacía nuestra abuela, aunque no sea igual. Sea como fuere, tan solo por el cordero ya merece la pena acercarse a probar el menú del día del Saniko.
En esta última ocasión yo me decanté por las albondigas de ternera rebozadas con panko. En realidad me cuesta mucho no decidirme por las albóndigas cuando me las ofrecen. Por eso me encantan sitios como el Bolero Meatballs de Madrid, viven el albondiguismo. Y estaban muy ricas. Suaves y jugosas, el panko antes de hacer las albóndigas me parece un acierto total. Otra de esas cosas que tengo que probar en casa. La salsa, en su justa cantidad, es de esas que acaban con el pan (también muy rico, por cierto) que hay en la mesa. Unta, unta y unta. ¡Ñam!
Los postres son correctos, ninguna maravilla, pero sirven para rematar una buena comida. Porciones de tarta, pastel o fruta suelen ser las opciones a elegir dentro del abanico de postres a disposición del comensal. En mi primera visita me decanté por el pastel vasco (junto con la tarta de queso una de mis perdiciones) y cumplía, como digo. No es lo mejor del mundo, pero tampoco está mal. Correcto.
Todo ello por unos 12€ de menú. Sé que puede parecer caro, pero es el rango de precios habitual cuando hablamos de menús del día en Algorta (Getxo y el gran Bilbao en general). Es raro encontrarse menús del día por menos de 10 euros y suelen ser restaurantes chinos. Sí que hay en Deusto alguno que otro, pero lo que digo, es el precio habitual y por eso no me parece caro. Además, lo que da va ajustado a lo que piden por él. Ninguna queja al respecto.
Así que si estáis a mediodía por Algorta y no sabéis dónde ir a comer, el Saniko es una de las mejores opciones. El bar se encuentra junto a la plaza de San Nicolás, pero como todos en el pueblo la acabamos llamando «saniko» el local se ha quedado con ese nombre. Me parece curioso. ¡Ah! Que no se me olvide, también funciona como bar el resto del día pudiendo ir a tomar un café o una copa a cualquier hora. Un buen sitio.
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