Lo de siempre a estas alturas. Llevo bastante sin escribir en el Txoko, pero tampoco he ido por ahí a comer algo digno de ser referenciado aquí. Hasta hoy. Bueno, concretamente fue la semana pasada durante el puente. Se celebraba el Fun&Serious en el BEC y el viernes me decidí a ir hasta el MegaPark para probar el Old Jack, un restaurante americano de hamburguesas que me habían recomendado. Me dijeron que tenía las hamburguesas muy ricas y me animé a dar el paseo hasta ahí para probarlo.
Y empezamos mal, la verdad. Fila única para pedir, en mitad del local e interfiriendo en el buen funcionamiento del mismo. Pides y pagas en caja y te dan el típico aparatito para avisarte de tu pedido. El primer problema me lo he encontrado aquí. Una hamburguesa con una ración de patatas y una Coca-Cola (de medio litro, todo sea dicho) me ha salido por 15’70€. Vamos, más caro que cualquier menú del día. Y conozco algunos muy buenos por menos. He pecado un poco de pardillo, pero qué se le va a hacer.
Después de pagar y sentarme en una mesa, he esperado una cantidad razonablemente baja de tiempo hasta que mi pedido ha estado listo. Una hamburguesa The Kansas BBQ con triple de bacon (supongo que la ración individual es una loncha), doble ración de queso Monterrey Jack, su carne Black Angus, (resto de ingredientes) y una ración de patatas con un bol de salsa milky cheese (50 céntimos extra). El menú completo.
Aquí empiezan los problemas. En un principio he pensado que la hamburguesa era muy pequeña, al final de la comida lo he corroborado. ¡Me he quedado con hambre! A pesar de las patatas. Si sales con hambre de un restaurante, alguien está haciendo algo mal. Tal vez es que iba con bastante hambre, pero no sé…
Otro problema (siento hacer hincapié en el tema, pero me revienta) es el precio. El otro día leía críticas del Alvarito’s Bar en Tripadvisor (sí, tengo ese defecto) y un tipo se quejaba del precio de la hamburguesa. Le parecía cara una hamburguesa de 6€ (aprox., no sé cuál pidió). Es el precio medio de la carta. Nunca me he quedado con hambre después de cenar o comer en el Alvarito’s y llevo haciéndolo toda la vida. No elegí, ni de lejos, la burguer más cara de la carta. 8’90€ por lo que veis en las fotos. Estaba buena, pero no para tanto. Creo que ya ha salido el tema de los precios de las hamburguesas más de una vez en Instagram o aquí en el Txoko y es algo que me repatea. Se han subido a la parra con ello y el producto no es de una calidad acorde con la que creen que es. Si me venden la idea de que parte del dinero de la hamburguesa es para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, igual pico y me importa menos. Pero si me intentas colar una hamburguesa rica, pero pequeña, por 8,90€ (casi 1500 pesetas, ojo), pues me cabreo y escribo cosas como estas. Creo que voy a escribir un post en profundidad sobre el tema antes de fin de año. Es un tema que lo merece.
Las patatas, sin estar malas, no eran nada del otro mundo. Prefiero las que hacen en Las Fritas o en La Brasa Canalla. Tampoco me esperaba (aunque esto puede que entre dentro de lo razonable) que la salsa viniera aparte y no volcada encima de las patatas. Si bien es cierto que puede no gustar a todo el mundo, tampoco me dieron otro tipo de salsa para acompañar los tubérculos fritos, así que no sería mala la idea de echar el queso por encima.
Eso que dicen de una y no más se aplica a mi visita al Old’s Jack. Tenía ganas de probarlo y una vez que he salido no tengo intención de volver, al menos no voluntariamente, si se decide por votación, pues se va (como a ‘El Dinámico’), pero no me apasiona.
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