Desde la semana pasada y hasta la que viene estoy asistiendo a un curso en la Escuela de Ingenieros de Bilbao, en San Mamés. El curso es de la plataforma Actívate y es el especializado de Marketing Digital. En su día ya hice el básico y esta vez me he lanzado al avanzado. Os cuento todo esto porque estoy de vacaciones en el blog y tenía que decirlo en alguna parte. El caso es que el primer día me fijé que habían abierto un Nostrum justo enfrente de la escuela, al cruzar la carreta. Y ahí que me fui a probar esta franquicia.
Por si no la conocéis, se trata de una empresa catalana creada en 1999 y que ya tiene más de 100 locales de comida por todo España. Ciudades como la propia condal, Madrid, Valencia, Palma de Mallorca, Valladolid, Donosti o Bilbao tienen alguna tienda de este tipo. Su especialidad es la comida casera. La cocinan, la envasan y la venden para consumo en el local (por 30 céntimos te dan cubiertos, sí, ya) o para llevar. Puedes calentar la comida en los microondas dispuestos para tal fin.
Sé que puede parecer una cutrez, pero la calidad de los productos no es muy mala. Tampoco es la mejor del mundo, por razones obvias. La idea es que los platos se elaboran de manera diaria en la central y se reparten para su venta. Van variando los platos cada día y van dando salida a distintos platos. Dentro de todo el abanico yo he probado el chop-suey de cerdo agridulce, el gazpacho, las albóndigas y la pasta. Como digo, no es ninguna maravilla, pero ayuda bastante a comer bien y barato.
Porque una de los factores determinante de este sistema de franquicias es el precio. Platos por 2€, 3€ o hasta 5€ que se pueden reducir a 1€ (por ejemplo) con la tarjeta fan de Nostrum. Por 5€ al año, obtienes descuentos sustanciosos en la práctica totalidad de los platos, bebidas y postres. 0’75€ por una tarrina de helado o 0’5€ por un botellín de agua fría está bastante bien. Por poner algún ejemplo, muchas ensaladas las puedes conseguir por 1€ o las albóndigas por 2€. Al final es un euro de rebaja, pero vas sumando y ahorras bastante.
Como están situados estrategicamente en Bilbao, puedes pasar a comprar cualquier cosa de picar por el camino. Si eres muy de yogures, te lo puedes llevar al parque perfectamente. En la capital vizcaína encontramos en Pozas (frente de la Alhóndiga), en Deusto (plaza San Pío X), cerca del puente del Ayuntamiento (calle Buenos Aires) y la mencionada de Ingenieros-San Mamés.
Me animé a comprar aquí gracias a una foto de Victoria, @MissPersChopped en Twitter. La subió a Instagram y me gustó la pinta que tenía todo, así que fui a comer ahí. Bueno, en ese caso me lo llevé a las escaleras de San Mamés. La Catedral le daba un gusto mejor a las cosas. De lo que he probado, me ha gustado todo. Del gazpacho me sorprendió encontrar matices y los típicos trozos que no acaban de desaparecer de pimiento o cebolla. Es más, me repitió durante todo el día. Las albóndigas estaban algo duras (y más con tenedor de plástico), pero se comían bien y estaban acompañadas de una salsa muy rica y en su justa medida.
En definitiva ha sido un gran descubrimiento. Sobre todo porque ya no tengo que alimentarme durante tres semanas a base de bocadillos de la cafetería de la Uni. Me gusta que esté localizada y sea comida de «ama» y no «mamá». Es un toque local que mola. Además tienen una app móvil bastante chula en la que puedes jugar a una especie de tragaperras. Por cada 5€ gastados en Nostrum tienes una tirada. Ahí puedes productos Nostrum, viajes en globo o tablets. Por mi parte nada más, simplemente decir que esto no es un post patrocinado. Me ha gustado la cadena y quería compartirlo. Si sois fans, ya me decís. Y si no os gusta, también.
