Ya os conté que estuve hace unas semanas en Valencia. Mi visita al Central Bar no fue la única parada gastronómica en la capital levantina. Durante el Ignite Valencia (donde acudí para hablar de gildas), dentro del recinto de Las Naves, tuve la oportunidad de acercarme hasta la propuesta que hacen desde La Rutera con su food-truck. No sé si sabéis que la legislación acerca de estos restaurantes móviles es un tanto extraña. Al ser competencia municipal, cada ayuntamiento tiene la suya. En su mayoría, la licencia para estas gastronetas se reducen a eventos privados. Tal fue el caso. Una pena que no se pueda ir más allá.
Desde La Rutera nos proponían dos platos distintos. Evidentemente, el reducido espacio del que disponen hace complicado elaborar más de lo que ya ofrecen. Aún así todo lo realizan con cariño y gusto, lo cual es bastante de agradecer. Cuando acudí, pedí recomendación y me dijeron que la combinación de ambas opciones era más que recomendable. Así que mientras esperaba la hamburguesa, me comí el delicioso rollito, al más puro estilo asiático tópico.
El plato fuerte, lógicamente, es la hamburguesa. Con sus canónigos, su tomate y su cebolla picada. La estrella de la hamburguesa (junto al pan, que estaba calentito, tierno y bueno) era el pulled pork. Esa carne de cerdo cocinada a baja temperatura en el horno. Una elaboración que se ha puesto un poquito de moda (ver Goiko Grill o La Brasa Canalla). Y merece la pena, ¿eh? Del todo.
Así que si estáis por Valencia y véis que La Rutera está en el evento en cuestión, acercaros a degustar estos platos. Y son gente muy simpática, por si no lo había dicho. A ver si con el tiempo empezamos a ver más gastronetas de este tipo. Las necesitamos.