Siempre digo que el blog no me da para vivir, pero de vez en cuando me da para comer. También se puede considerar «vidorra» cuando me invitan (de buena fe) a degustaciones, inaguraciones y demás saraos, pero no vivo de ello. El hecho de tener el honor de poder participar como jurado en distintos concursos gastronómicos es una de las mejores cosas que me ha dado este humide txoko. No es la primera vez que me requieren para un menester de este estilo, pero siempre es una alegría (y un poco putada, por qué no decirlo) cuando me llaman para ello. En este caso ha sido la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Bilbao la que ha tenido a bien elegirme para formar parte del jurado profesional del concurso. Profesional por la parte que toca a mis compañeros, por supuesto.
Se han adjudicado cuatro premios, tres de ellos dados por nosotros el jurado y un cuarto elegido por el público que pudo probar y votar por sus croquetas favoritas desde el 22 de enero al pasado 3 de febrero. Aún así, la Asociación de Comerciantes afirma que será posible encontrar las croquetas participantes en los bares porque se trata de “un pintxo que no puede faltar en las barras en ninguna
época del año». Cada cual tiene sus favoritas en los distintos bares de la villa. Tanto en barra como en las distintas raciones que se pueden pedir en diversos locales bilbaínos. Tengo que decir que unas de mis favoritas (de esas que están de llorar) son las que sirven en la pulpería Florines de San Francisco (la calle, no la ciudad de California).
Volviendo a las croquetas de concurso, el premio gordo y el otorgado a la mejor croqueta tradicional (bacalao o jamón, cualquiera de las dos posibilidades) ha ido a parar al mismo bar. Se trata del Kukusoak, en la calle Barrenkale Barrena. Una croqueta de jamón que puede parecer sencilla, pero oculta una buena mano de mago detrás. El artífice de esta ganadora es Andoni Ibarguren y comenta que usa la gelatina comocida como «colas de pescado» en la besamel para darle un punto más cremoso. Doy fe. Hay que tener cuidado al comerla porque es tan cremosa que desborda y te manchas. Esta mañana, en la entrega de premios he acabado totalmente manchado de besamel y trocitos de jamón por incarle el diente a la croqueta sin la debida precaución.
El premio a la innovación croquetil del Casco Viejo de Bilbao se la llevó el Gure Toki de la Plaza Nueva. Creo que ya lo he dicho en alguna que otra ocasión, pero me parece uno de los mejores (si no el mejor) bares de pintxos de Bilbao. Siempre tiene novedades, cosas interesantes y deliciosas. Además, por si fuera poco, suele ser finalista y ganador de los distintos concursos gastronómicos de la villa. No han faltado a esta edición croquetil y, mira por donde, han ganado. Era mi cocreta (¿pensábais que no iba a decirlo?) favorita y me alegro que se lleve, al menos, un premio. Tengo que decir, llegados a este punto, que la cata fue a ciegas. Solo una vez hecho el recuento nos dijeron quién había detrás de cada ganador. El resto de las croquetas nunca sabremos quién las hizo.
Por último nos queda el premio del público. En este caso han decidido premiar una croqueta de las llamadas innovadoras. Sin jamón o bacalao que son las típicas. Se trata de la croqueta con rabo de toro y centro de queso brie fundido del restaurante Aitxiar (C/ María Muñoz, 8). Una croqueta que me parece algo dulce para mi gusto y puede llegar a empalagar, pero entiendo que pueda gustar mucho a quien le vaya ese rollo.
Un trabajo duro (aunque no lo parezca) y una decisión difícil. Normalmente los premios en estos concursos suelen acarrear un empujón a la ventas del local. Puede parecer una tontería, pero para algunos bares ganar o perder puede suponer una importante cantidad de dinero. Creo que ha sido una justa decisión bastante consensuada entre todos los compañeros del jurado. Por mi parte salí contento con el nivel y con las croquetas ganadoras. Justas y merecidas en ambos casos. Os animo a acercaros hasta estos locales para degustar las mejores croquetas del Casco Viejo de Bilbao (con conocimiento de causa y reconocimiento oficial).
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