Uno de mis platos preferidos es la hamburguesa. Aunque no lo parezca, la mezcla de pan, carne, hortalizas y salsas no es tan sencilla. Es complicado dar con la tecla y por eso estoy en busca y captura de la mejor hamburguesa. No soy el único, @luisete también es un autentico apasionado del tema. En mis viajes por otras ciudades siempre he intentado hacer un hueco a las hamburguesas en el menú. Una de esas paradas me llevó al Modern American Dinner Cafe de Madrid. En noviembre del año pasado, acudí al InterQué y @Txemacg nos llevó hasta este local donde, según él decía, se podía comer la mejor hamburguesa de la capital. Algunos tuiteros como Carballo o Milhaud fuimos hasta allí.
Tras mucho pensar, me acabé decidiendo por una BBQ burger, una hamburguesa con salsa barbacoa y casi 10€ de precio. En la carta aparece como recomendada, así que fue la que pedí. Cuando salió de la cocina y vi el plato, me costó un poco asimilar el golpe. Estoy acostumbrado a comer hamburguesas montadas, no a emplatarlas yo mismo, al menos las mías. La sorpresa fue que, como si fuese una guarnición, el plato tenía un poco de lechuga, tomate y cebolla. A parte. Con el pedazo de carne tan grueso y la salsa, es complicado poner los añadidos dentro del conjunto. No entiendo esa manía que se tiene de hacer eso. Si alguien no quiere un elemento, que lo explicite al momento de pedir. Fastidia, pero es lo preferible.
Otra de las sorpresas desagradables fue el pan. Un pan que era estilo bollo, para entendernos, el del McDonalds o Burger King. Se notaba que tenía más calidad que los de las grandes cadenas de comida rápida, pero no dejaba de ser ciertamente descorazonador. Cierto es que la carne estaba en su punto y estaba muy buena, pero el tamaño era demasiado grande. Me pasó como en el Foster’s Hollywood, el medallón es tan grueso que es complicado abordar la hamburguesa.
Eso sí, solo hablo de la hamburguesa. Los aros de cebolla estaban muy ricos y la tarta de queso estaba deliciosa. Finalmente, el conjunto no me pareció satisfactorio y aún menos con el precio del plato. Un pan de bollo, una hamburguesa desmontada y un tamaño demasiado grande como para comerla de manera cómoda. Lamentablemente, mi valoración de la hamburguesa del Mad Café no es satisfactoria.
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