Joder, qué ganas
Es lo único que se me ocurre pensar al oír que vuelve Exploratorium a Bilbao. La primera vez que me crucé con esta experiencia fue en noviembre del año pasado y fue la bomba. Sin ánimo de hacer apología de nada, ni de acabar con mis huesos en la cárcel antes de volver a vivir una aventura como aquella, hay pocas formas de describir lo que supuso esa experiencia. Ya lo conté en un post especial en su momento. Viajé sin moverme de Santurtzi. Fuimos hasta un puerto para aprender a viajar sin necesidad de tomar barcos, aviones, coches compartidos, autobuses o bicicletas eléctricas.
Es que hay muchas ganas, joder.
De nuevo es San Miguel quien se pone a los mandos de la aventura y quien organiza estas mesas nómadas dentro de su campaña Exploratorium. No sabemos qué va a deparar esta cena, ni dónde nos van a citar para llevarnos a otro lugar secreto y presentarnos un menú, que si se parece algo al que nos presentaron en el superpuerto, para flipar. Lo poco que sabemos es la fecha, 2 de mayo, y que Ricardo Pérez, chef del Yandiola, repite como maestro de ceremonias y cabeza pensante en los fogones. El listón lo puso muy alto hace medio año, ¿conseguirá superarlo?
¡Qué ganas de 2 de mayo, hostia!
La nota de prensa deja caer lugares que podrían llegar a ser el escenario de esta cena experiencial. Estaciones de ferrocarril, graneros o naves industriales. Esta última ya la vivimos en Bilbao, así que me encantaría poder cenar en una estación de tren, que me encantan. ¿Tal vez en La Naja? Céntrica, junto a la ría, abandonada… Si pudiera elegir, sería esa. O alguna estación de metro. La nueva entrada de San Nicolás en el Casco Viejo con correspondencia con línea 3 podría ser un sitio chachi. Sea como fuere, será una pasada.
¡Que ganas de que sea martes ya, joder!
La idea que pretenden desde San Miguel con esta campaña de «mesas nómadas» es la de cambiar la relación entre comensales, espacio y cocineros. Lo habitual es ir a un restaurante, comer y ya. Lo que quieren hacer ahora es, con Ricardo Pérez a la cabeza, cambiar todo eso. El comensal no sabe dónde va, ni lo que espera comer. Sorpresa e incertidumbre al 100%. Ahí está la gracia.
Vete poniendo una San Miguel Selecta mientras espero, chato.
Lo mejor de todo es que para esta edición quieren abrir un poco la mano e invitar a gente que no es influencer, tiene blog o la razón que hayan dado para meterme en el tinglado (que gracias, dicho sea de paso). Cualquiere puede apuntarse y ser elegido para vivir una experiencia muy especial. Iba a decir eso de única en la vida, pero quiero repetir el próximo martes. ¿He dicho ya que tengo ganas? Si os apetece probar suerte (no tengo ni idea de cómo eligen a esa gente, de verdad), podéis hacerlo desde este enlace.
Que sean dos, que todavía estamos a miércoles.
Lo de las mesas nómadas no es la única actividad de Exploratorium. También pondrán en marcha las catas viajeras en distintos bares de la villa bilbaína. Para probar, disfrutar y conocer distintos matices y sabores de cervezas del mundo. Ya sabéis que San Miguel es fundada en Manila, la capital de Filipinas, hace 125 años y llevan todo ese tiempo trabajando con cerveza. Sí, habrá a quien no le guste, pero al menos no es Cruzcampo, ¿no?