Esta tarde en San Mamés se entregarán los premios a las mejores tortillas de Bizkaia. Una Kopa que empezó en septiembre y que desde entonces ha enfrentado a las mejores tortillas de patata con o sin cebolla de todo el territorio foral. Un torneo bien montado, con 64 equipos que se han ido enfrentando uno contra otro en distintas eliminatorias hasta llegar solo cuatro a la Gran Final de San Mamés. Yo estaré allí disfrutando del olor a tortilla recién hecha y viendo cómo los contendientes preparan in situ uno de los pintxos más representativos de sus respectivos bares. Porque, seamos claros, si tienes una buena tortilla en la barra, eso significa que es una de las banderas de tu bar. ¡Y a mucha honra! Una buena y rica tortilla atrae a mucha gente. Somos multitud los entusiastas de la tortilla de patata. En todas sus variedades, además. Como parte del jurado de las rondas previas he tenido que probar unas cuantas tortillas, así que quiero aprovechar y mostraros seis tortillas que recomiendo de las que se han presentado y he podido probar.
Aprovecho para dejar un hilo de mi hermana comentando tortillas que va/vamos probando desde agosto del año pasado. ¡Tomad apuntes!
Asador Batela – Plentzia
Justo después de cruzar el puente de Plentzia, el que conecta la estación de tren con el propio pueblo y que salva la ría de Plentzia, está el Asador Batela. Un lugar clásico, de los de toda la vida. Y, como suele suceder, con un gran producto a disposición de sus clientes. Una tortilla, suave, cremosa y muy rica. He decir que merece la pena acercarse hasta Plentzia para darle una probadita a esta tortilla o a cualquiera de sus variantes. La de jamón y queso, por ejemplo, estaba muy buena.
Jotaele – Bilbao
En pleno Uribarri, junto al parque Etxebarria se encuentra el bar Jotaele. La verdad es que tuve varios conflictos con esta tortilla. Todos ellos míos propios, sin relación con el local, sus trabajadores o la propia tortilla. Para empezar, fui un día que tenían cerrado. Entendí mal el horario y fui en vano. Cosas que pasan. Cuando por fin pude ir a probar la tortilla y el bar estaba abierto, no les quedaba la tortilla simple, así que me decanté por esta de calabacín y bacon (creo, que lo digo de memoria). Me puedo hacer una idea del tipo de tortillas que hacen en este local. Esta en concreto estaba estupendérrima. Con razón llegaron hasta cuartos de final. Además, el hecho de que sea una minitortilla para ti solo es un plus.
Auzokoa – Gernika
El mismo día que fui a probar, con poca fortuna, la tortilla del Jotaele, me fui hasta Gernika, cuna del Búfalo, para catar la que hacen en el Auzokoa. La línea 3 del metro enlaza con otros destinos de Euskotren y me vino bien coger el metro en Uribarri y bajarme en Gernika. Un poco de mala suerte porque me perdí por un par de días el concurso de gildas local. ¡Anda que no hubiera disfrutado de unas buenas gildas de concurso! Pero fui a tarea que me había sido encomendada, probar la tortilla del Auzokoa. Y cumplí. Y cumplió. ¡Vaya si cumplió! Bien rica. Jugosa. Con el punto de sal perfecto. La verdad es que me pareció un buen descubrimiento el Auzokoa de Gernika. También es verdad que llevaba casi 20 años (o sin el casi) sin pisar ese municipio, así que cualquier cosa buena iba a parecerme un buen descubrimiento. Como las pastas que me llevé o los otros pintxos que pude probar. Vaya con Gernika.
La Parada – Bilbao
Probablemente la de La Parada sea la tortilla más sorprendente de todas. Por pinta no parecía gran cosa. Otra de esas tortillas de madera duras y secas que se pueden encontrar en muchos bares. Al fin y al cabo, estábamos en el bar de la estación Indalecio Prieto-Abando. Pero nada más lejos de la realidad. Tras pedirla sin muchas ganas y echarle una mirada y unas fotos con cierta decepción, me sorprendí sobremanera al probarla. No se sentía seca, no estaba dura. Más bien lo contrario. Suave, con mucha cebolla, la patata bien hecha y el huevo cuajado, pero sin pasarse. Aunque no lo pueda parecer en la foto, estaba jugosa. Una sorpresa mayúscula de una tortilla que no parecía lo que de verdad era. No hay que juzgar un libro por su portada, ni un pintxo de tortilla por su aspecto.
El Atrio – Las Arenas, Getxo
La única de las finalistas que tengo entre las que me gustaron. También es cierto que fue la única finalista que pude probar. Lo gracioso de todo es que no voté por ella, me decanté por su rival en octavos de final. Si quieres saber cuál fue su rival, sigue leyendo. Básicamente porque es la siguiente (y última) de la lista. Me pareció deliciosa esta tortilla. Si no la voté fue por dos tonterías, minucias que hay que desgranar para poder decantarte entre dos tortillas que rozaban un nivel altísimo. Por un lado la patata estaba cortada un poquito más gorda de lo que me gusta. Ningún problema, por otra parte. Por otro lado, el plato me daba un poco de dentera cuando lo rascaba con el tenedor. Y teniendo en cuenta que es una tortilla tremendamente jugosa, eso jugaba en su contra. Vamos, detallitos tontos a los que agarrarme para poder discernir entre dos tortillas buenísimas. Me alegro que esté en la final. Por un lado representando al pueblo (aunque sea el barrio malo) y por otro porque la probé y estaba de pelotas.
Martxo Restaurante – Bilbao
Para mi la ganadora moral. Ya digo que entre esta y la finalista de El Atrio había una competencia de titanes. Cualquiera hubiera podido ganar y el jurado decidió que la de Getxo pasara a cuartos y, de ahí, a la final. Ahora, tengo que decir que vaya tramo guapo de tortillas el final de Rodriguez Arias, ¿eh? Entre esta y la del Swansea justo al final de la calle, vaya dos sitios buenos y ricos para comerse una tortilla cojonuda.