Creo que a estas alturas no hace falta presentación. Ya os he hablado de BuyFresco en dos posts anteriores y esta es la tercera entrega. Aunque me falta una última receta que la comeré en un rato, esa la dejo para Instagram, que es muy dada a este tipo de cosas. Ante todo, quiero pedir disculpas por mi falta de gusto emplatando y la dudosa calidad de las fotos. Es lo que tiene cocinar con hambre, te abalanzas sobre el plato como si no hubiese un mañana. Sin más dilaciones, he aquí las recetas de hoy.
Alubia roja templada con guacamole de parmesano
Ingredientes
- Un sobre de alubia roja.
- Dos tercios del sobre de parmesano.
- Ocho patatas mini.
- Media tarrina de tomate cherry.
- 1 cebolla roja.
- 1 aguacate.
- Aceite.
- Sal.
Elaboración
- Cocer las patatas mino con sal gorda durante 15 minutos.
- Pelar y picar la cebolla roja en tiras finas, juliana. Mezclar en un bol con el cherry lavado y partido por la mitad.
- Pelar y picar el aguacate e incorporar al bol aplastándolo con un tenedor.
- Espolvorear parmesano por la mezcla, media cucharada de aceite y sal. Mover bien.
- Escurrir las patatas, secar la cazuela y añadir un chorrito de aceite para dorarlas con las alubias rojas.
- Servir las alubias con patatas y verter el guacamole de parmesano por encima.
Es una especie de ensalada templada muy rica. Con mucha mejor pinta de lo que parece en la imagen, os lo garantizo. El sobre de alubias es de la marca Huercasa que no la conocía, pero vienen envasadas y listas para calentar. Esta receta la deberíais de probar porque el parmesano de guacamole está genial.
Risotto de calabaza
Ingredientes
- Una tarrina de arroz para risotto (200 gramos, apróx).
- Un tercio del sobre de parmesano (lo que sobra de la anterior receta).
- Un tercio de puerro.
- Un paquete de calabaza.
- Cuatro cebollitas francesas.
- Unos 40 gramos de pasas.
- Pizca de sal.
- Un chorrito de aceite.
Elaboración
- Poner en una cazuela a fuego medio alto los ingredientes para hacer el caldo.
- Dorar el puerro y dos trozos de calabaza. Cuando tomen color, añadir el agua.
- La cantidad de agua ha de ser de dos vasos por persona.
- Picar la calabaza y la cebollita francesa en dados muy pequeños.
- Dorar la calabaza y la cebollita en una sarten grande con base de aceite o mantequilla.
- Cuando estén doradas, añadir el arroz y mover bien.
- Añadir el caldo de poco en poco hasta que cubra el arroz e ir dando vueltas con una cuchara de palo a fuego medio hasta que lo tengamos casi seco. Volver a repetir la operación hasta que acabemos la parte líquida (el caldo).
- El truco está en mover el risotto sin parar durante su elaboración.
- Cuando la parte líquida esté reducida añadir el parmesano y las pasas.
- Mover y rectificar de sal.
- Probar el grano para asegurarnos que está blandito. En dos minutos tendremos el risotto listo.
- Se puede añadir un poco de soja al sofrito.
- Para dejar más cremoso el risotto se suele añadir un poco de nata líquida al final de la preparación.
Soy muy arrocero (casi parezco valenciano), aunque nunca he sido muy fan de los risottos. Prefiero otro tipo de elaboraciones. Además, le tengo bien cogido el punto al arroz redondo o el bomba. Era la primera vez que hacía risotto y no quedé del todo satisfecho por no haberle cogido el punto al arroz. Creo que me quedé corto con el caldo, pero qué se le va a hacer… Eso sí, si obviamos el grano un poco duro, el plato estaba muy rico. Con la calabaza blandita para darle sabor y la cebolla casi inapreciable, esta receta la guardaré para hacerla en otra ocasión y tratar de mejorar mis habilidades risottiles.
Ahora solo me queda volver a dar las gracias a los chicos de @BuyFresco e Influencity por confiar en mi para esta acción. Lo pusieron en los comentarios del anterior post, pero lo quiero poner por aquí porque es interesante. Si usáis el código TUTTI, tendréis un descuento del 50% en vuestra primera compra. Además, envían a Baleares. Yo os la recomiendo muy mucho. Seguramente pique de manera intermitente y vaya pidiendo cestas de BuyFresco para evitar pensar en qué como cada día. Así amplío mis horizontes culinarios y evito la tentación de la comida para llevar.