Llevaba tiempo con ganas de acercarme hasta la calle Luzarra de Deusto a comer en este restaurante. Realmente no sé decir cuántos años lleva ahí, pero no es de reciente apertura. Los comentarios positivos al respecto y su valor diferencial frente a otros restaurantes de la capital vizcaína me animaron a ir. Debo reconocer que el primer intento fue el pasado viernes, antes de acudir al Innova Bilbao. Fallé. Me equivoqué de local y acabé en el hondureño de al lado. Aún así comí muy, pero que muy bien, aunque ya os hablaré de ese otro día. Hoy me quiero centrar en el Mesón Antioqueño.

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Fachada del local. / Tripadvisor.

Hasta ahí me acerqué ayer para comer. Tienen un menú de 10€ que incluye dos platos, postre, pan y vino o agua. Creo que la cerveza o los refrescos tienen algún recargo. Pedimos agua, así que no sé decir muy bien si cobran más o no. El primer plato son sopas, ensaladas o arroz. El segundo se basa en platos combinados con carne o pescado y guarnición de arroz, plátano frito, ensalada de remolacha y zanahoria y aguacate. ¡Una locura!

En mi caso me decidí por unos frijoles. Me imaginaba y esperaba un plato de frijoles y arroz con algo de salsa, pero no la monstruosidad con la que me deleitaron. Me plantaron encima de la mesa un plato contundente (digno del Arandia de Julen, ojito al tema) con un guiso de frijoles y carne (tal vez costilla deshuesada) que estaba para chuparse los dedos. Exquisito, de veras. Con un sabor que recordaba al típico cocido de alubias de aquí, pero con un toque diferente. Como una reinterpretación de un plato clásico, pero sin llegar a serlo (en realidad es un plato clásico de Colombia, ¿no?).

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¡Frijoles a cascoporro!

Después del frijolismo le llegó el turno al segundo plato. ¡Que bien se lo podían haber ahorrado! Estabamos hasta arriba con el primero, pero no hay dolor y nos lanzamos a por el siguiente. Plato repleto de cosas y todas deliciosas. ¡Hacia años que no comía plátano frito! Y sigue estando tan bueno y dulce como recordaba. El arroz tenía el punto justo (sería de vaso de microondas, pero tampoco importa demasiado) y la ensalada estaba crujiente con un toque ligero de cilantro. El suficiente como para que no me echase para atrás, pero perceptible. Sí, soy bastante tiquismiquis con el cilantro. El chicharrón merecía la pena por si solo. Lástima que estuviese tan hasta arriba de comer. Se deshacía en boca y cuando pasabas el cuchillo era como cortar mantequilla.

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La guinda final ha sido el postre. Un flan. El clásico flan del Eroski sin nada en particular, pero que queda bien darle un punto final dulce a la comida y está incluído en el precio. Muy, pero que muy recomendado el Mesón Antioqueño de Deusto. Hemos acabado tan petados que no nos ha quedado más remedio que salir a dar un paseo para bajar la comida. Y, creo, que a esta hora de la mañana todavía no lo ha hecho. Pocas veces he comido tanto por tan poco y todo tan rico. Ha sido como Navidad, pero con 20ºC y en abril. ¡Id! No os defraudará.

P.D: Por 2€ más podéis compartir. Imagino que será un menú para dos, lo cual está muy bien. O podéis optar por la bandeja paisa por 13€. Opciones recomendables que intentaré probar y traer al Txoko.

4 comentarios

    1. No sé si es el Bilbo Taberna o el Ama-Lur (me suena más el primero). Tienen banderas hondureñas en la puerta (eso debió hacerme sospechar).

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