En el calendario festivo de los vascos hay una fecha marcada a fuego en el calendario: el 21 de diciembre. Ese día se celebra la festividad de Santo Tomás y se aprovecha en las capitales vascas (y algún que otro municipio de la periferia) el tradicional mercado de Santo Tomás. Un punto de encuentro entre los agricultores y consumidores finales. La reunión y venta propia del mercado no es lo que realmente atrae a miles de personas. Es un día más de fiesta para comer y, sobre todo, beber y celebrar antes de empezar las vacaciones de Navidad. En Algorta, además, tenemos el 10 de agosto, día de San Lorenzo donde se celebra un mercado muchísimo más humilde, pero en verano, que mola más.
Decía que se trata de una excusa para comer y beber, de esas que inventamos en Euskadi para tener una excusa (unas mejores que otras) para disfrutar del buen yantar. Lo típico que se aprovecha para comer en Santo Tomás y San Lorenzo es el talo con chorizo y litros y litros de sidra o txakoli. Aunque la sidra y el txakoli si que los suelo tomar fuera de estos dos días, el talo con chorizo (y sus pervertidas versiones) solo los como el 21 de diciembre o el 10 de agosto. En estos mercados. Fuera de eso, es como si no existiesen.
¿Qué es el talo con chorizo? Pues lo que su nombre indica. El talo es una especie de tortita al estilo taco o fajita mejicano, elaborado con harina de maíz y con más grosor que el de las tortitas. Similar a una arepa. A diferencia de estas últimas, que suelen hacerse fritas o al horno, el talo se hace a la plancha. Se acompaña de un buen chorizo cocido en una gran olla con txakoli o sidra. ¡Maná del cielo! Es lo que solían comer los antiguos baserritarras en sus interminables jornadas en el campo. Alimento humilde, aunque en los últimos años no ha dejado de subir de precio. La última vez que comí rondaban los 6€. Con el vaso correspondiente de txakoli o sidra, se puede dejar el menú en unos 7€.
Volviendo al mercado y concurso de San Lorenzo de Algorta data de 1920, al menos la primera referencia escrita al respecto, aunque se celebra de manera ininterrumpida desde 1941. Cerca de los 100 años, dependiendo del calendario suele coincidir con las fiestas del Puerto Viejo (este año del 11 al 14) y de ahí viene su origen. Un mercado y concurso (que son ambas) para coincidir con los festejos locales. Una reunión de productores locales y posibles clientes para mostrar el producto fresco y de calidad que elaboran.
Hoy es 10 de agosto, así que con su permiso, me bajo a comerme el talo con chorizo que tengo ganas de zamparme uno desde hace varios meses. Y con muchas, muchas ganas desde hace varios días. ¡Qué aproveche!
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