La serie de locales valencianos a reseñar se empieza a acabar, pero aún así, sigo con ella. A pesar de haber pasado el fin de semana en Dinamarca y Suecia (ya subiré para hacerlo más internacional), prefiero retrotraerme un mes en el tiempo para hablar de uno de los restaurantes que pude probar en la capital del Turia. Era mi segundo día en la ciudad y tras desayunar (y muy bien) con Mireya, Charlie y Jaime en ‘La petite brioche’, me decidí por el deli_rant. El concepto que proponían, sumado a las buenas críticas recibidas en Yelp y el precio del menú me animaron a entrar.
El local, situado en la Plaza Colegio del Patriarca, me sorprendió bastante. Es el clásico local en el que piensas cuando hablas de cocina moderna y de autor. Limpio, amplio, diáfano. En cuanto entras hacia el fondo, encuentras una biblioteca y todo cobra una nueva belleza. El mayor problema que le vi es que es un restaurante muy oscuro. Tiene un gran ventanal en la fachada, pero es insuficiente para regar de luz natural los fondos. Aún así, muy curioso. Los cuadros decorativos se pueden definir con la palabra delirante. El dibujo de un elefante mostrando el despiece como si fuese una vaca, un bocata de ballena, lata de conserva de jirafa…
El menú del día, por lo que he investigado, lo cambian cada semana, así que es una experiencia diferente cada vez que vas. Como véis, el menú consta de dos platos y un postre a elegir entre tres. Como si fuese un examen tipo test, me decidí por los platos más largos, véase: ensalada con champiñones, bacon y tomatitos con aliño de mascarpone y pimienta rosa, tonkatsu de corn flakes y pez espada con tártara de jengibre y judías salteadas con sésamo y de postre mousse de brownie de chocolate, cremoso de chocolate blanco y chocolate negro con curry. La verdad es que, a priori, pintaba bien.
El menú comienza con un detalle de la casa. Como podéis ver se trata de una maceta de palomitas con especias y chips de chirivía. No estaba mal, aunque era un poco incómodo a la hora de comer. Al menos son gratis, así que no es plan de quejarse. Aproveché el momento para ir al baño y ver un poco más del local, que es bastante bonito con detalles curiosos como el de la puerta de los baños.
Cuando llegó la ensalada, esperaba algo más. Personalmente no llegué a notar la vinagreta de mascarpone y, a pesar de tener buenos ingredientes, creo que la ensalada no era muy armoniosa. Como suele decir Blackie, se trataba de nuestra amiga Florette. Al menos si que venía medianamente caliente y la tosta estaba rica. El mayor problema estaba en el exceso de lechuga. Llegaba a un punto en el que solo quedaban hojas de lechuga. Un detalle molón es el del aliño. Presentado en tubos de ensayo.
El segundo plato era un tonkatsu de corn flakes y pez espada. Se trata de uno de los pescados que más me gustan junto con el bonito, por lo que lo pedí. Además era una manera de probar cómo preparan el pescado en Valencia, aunque sea con esta concepción tan novedosa. El tonkatsu es una elaboración de la cocina japonesa, pero se suele orientar a la carne, así que era todo un descubrimiento. Pero no me pareció gran cosa, la verdad. El pescado quedó un poco seco y se hacía masa en la boca. De sabor y de presentación estaba muy bien, hay que decir. La salsa tártara tenía un toque distinto y molaba bastante.
Aún así, la estrella del menú, para mi, fue el postre. ¡Vaya postre! Si tenía buena pinta sobre el papel, cuando llegó era una maravilla. No solo con pinta, como podéis ver, también estaba delicioso. Cremoso, sabroso y delicioso. El postre fue el plato mejor rematado del menú. La única pega es que me quedé con ganas de más. Merece la pena acercarse, mirar la carta y pedir este postre de varios chocolates.
En general, el deli_rant no es un mal restaurante, para nada. Seguramente los menús degustación sean bastante buenos, pero el menú del día lo veo un poco flojo. Igual es que el concepto hace un poco de daño al trabajo final. No es un mal menú y entiendo el precio por la zona donde está el restaurante. Quizás es que vengo viciado de casa con los distintos restaurantes parecidos que he probado aquí y con el gusto más dado a lo de aquí. Lo dicho, no es un mal restaurante, de hecho, igual deberíais acercaros hasta ahí y probarlo vosotros mismos. Siempre es posible que no haya acertado con los platos. Quizá es cuestión de volver.
