Adoro las albóndigas, probablemente sean uno de mis platos favoritos. ¿Cómo no lo iban a ser? Pelotas de carne con condimentos y especias para darles aún más sabor. Una maravilla. Cuando me enteré que en Madrid había un par de locales dedicados a esta especialidad culinaria, tuve la fijación entre ceja y ceja de ir a comer ahí. Finalmente el día llegó la semana pasada. Hice un viajecito a la capital para acudir a la gala de las Bitácoras y, ya de paso, disfrutar de los locales madrileños.
Bolero Meatballs es un pequeño local con poco espacio y una terraza muy apañada en la calle Las Conchas, número 4, cerca de la plaza de Santo Domingo. Digo lo del espacio porque realmente es un factor fundamentar a la hora de decidir si consumir ahí o llevártelo a casa. Yo tuve suerte y pude sentarme cómodamente a disfrutar de las albóndigas. La carta es algo corta, lógico, solo sirven albóndigas. Las tiene. De cuatro tipos: de la abuela, veganas, parm & chick y orientales. Las puedes comer tanto en ración, de manera individual y en bocadillo.
Yo me decidí por una ración de parm & chick y otra de orientales. En total, ocho albóndigas que con una lata de Coca-Cola Zero subió el precio hasta los 12€. No está mal. Me gustaron más las de parmesano y pollo con una salsa como de champiñones. Estaban brutales, con gran sabor. Las orientales, con cacahuetes por encima no estaban malas, ojo, pero me dejaron un regusto extraño en la boca que no pude identificar. Además, las de pollo me encantaron, era difícil competir contra ellas. Me queda por probar las otras dos, seguramente en otro viaje y en modo bocadillo.
Como digo, me gustan este tipo de locales con propuestas diferentes y acotadas. Dedicarse al 100% a lo que se te da bien y petarlo. De hecho, el otro día vi un local italiano+sushi que, cuanto menos, me hizo sospechar, qué cosas más raras se hacen. Os recomiendo pasar por el Bolero a probar sus bolas y vivir una gastroexperiencia diferente. Eat her balls!
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