Hoy os traigo una receta muy especial, porque es de mi amatxu. Es su delicioso bonito al horno. Desde que no está mi abuela, en casa solo comemos bonito (como plato principal) de dos maneras: al horno y en marmitako. Las dos me encantan y las disfruto al máximo. La receta que pongo hoy es terriblemente sencilla, precisamente por eso la quiero compartir. Es un plato rico, fácil de hacer y muy sano, ya lo veréis.
Ingredientes para dos personas
- Una tajada de bonito (500 gramos apróx.).
- Un vaso de vinagre de vino.
- Unas ramas de perejil picado.
- Dos cucharadas y media de pan rallado.
- Dos dientes de ajo.
- Una pizca de sal.
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
El plato es tan sencillo como cortar el bonito en cuatro trozos. Ya sabéis, en base a la espina, vais cortando y separando la carne del hueso. Si se quiere, se le puede quitar la piel e, incluso, la parte negra, aunque a mi me gusta comerla. Se pone el bonito en una bandeja de horno y se enciende para precalentar.
Cortas los dientes de ajo en trozos grandes y los echas a un bol junto con el vinagre, el aceite de oliva, la sal y el perejil. Remueves todo bien para que se mezcle y vas añadiendo el pan rallado. Fíjate cómo va chupando la mezcla el pan. Cuando creas que es una masa homogénea (dos o tres cucharadas soperas de pan), estará listo.
Embadurna el bonito con la mezcla. Sé generoso, mejor que sobre que no que falte. Da igual que se caiga por los lados, lo importante es que el bonito esté bien empapuzado de la masa.
Mételo al horno durante diez o quince minutos (vete controlando cómo va con un cuchillo) y listo. Ya está. Sácalo, emplátalo y a disfrutar. Puedes acompañar el plato con una ensalada de primero. O algún plato de cuchara como el gazpacho o el salmorejo. Como el bonito es un pescado estival, siempre va a combinar de una manera genial con cualquier plato fresco. Ya veis lo fácil que es, animáos a probarlo.
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