Nueve buenos bares de tapas en Zaragoza

Si ayer contaba en el otro blog qué visitar en Zaragoza, es menester (y algo de menestra) que hoy os hable de buenos bares de tapas. En Zaragoza se destila este tipo de aperitivo que en buenas cantidades (tres, cuatro o más, depende de la persona) puede constituir una comida o una cena en condiciones. A diferencia de la típica tapa granaína, la aragonesa se paga aparte, como si de un pintxo se tratase. Y bastante se parece. Al verlo te das cuenta que, en muchos casos, no se trata de la típica ración de bravas, si no más bien de algo elaborado y que lleva su tiempo. Pintxo y tapa, tapa y pintxo. El caso es comer bien y he descubierto que en estos bares de tapas en Zaragoza se hace y con categoría. ¡Por cierto! Agradecer esta ruta a Susana (@masqueropa), Esperanza (@lamaletadeespe) y Lucas (@CalvoconBarba).

La Republicana

Debe de ser uno de los bares-restaurantes con más solera de todo el Tubo. Aquí paré a comer el viernes según llegué. Muy cerquita del hotel, en pleno centro antiguo de la ciudad (una de las perpendiculares a Jaime I). Del menú ya os hablé en su propio post. Meto a La Republicana entre los buenos bares de tapas porque tengo entendido que así es. Si sus tapas son parecidas a sus platos, es un lugar muy recomendable y delicioso.

Méli Mélo

El Meli Melo lo descubrí gracias a Foursquare. Iba paseando por la plaza del Pilar buscando algún sitio bueno donde sentarme a comer y vi la nota de este local. Superaba el 9, así que no me quedó más remedio que ir a comer ahí. Y, básicamente, estaba todo buenísimo. Decidí tirar por dos tapas: el calamar relleno de suquet de pescado y el solomillo con foie. Brutales. Normal que ganen los certámenes de tapas, se lo merecen. Como algo ligeramente negativo (que para alguno será positivo) es que el solomillo llevaba demasiado foie.

El Calamar Bravo

El Calamar Bravo debe de ser toda una institución en la ciudad. Según me dijeron, textualmente, «si no vas ahí, no puedes decir que has estado en Zaragoza». Y ahí estuve para probar. Nos decidimos por la ración, que yo soy muy especialito y las rabas (o calamares) no me gustan con pan (ni limón). Las prefiero sin salsa, pero bueno. No estaban mal, pero prefiero acercarme a cualquier puerto del Cantábrico a comer unas buenas rabas frescas y deliciosas. Aún así, me sigue fascinando la cultura del calamar que se tiene en el interior de la península. Oye, aún así, recomendable. Y el logo mola.

Bar Circo

En el Circo puedes degustar la mejor tortilla de patata de la ciudad. Otra de esas recomendaciones gastronómicas a tener en cuenta en la guía. Si bien no es mi tipo de tortilla y, según me indicaron, no estaba a la altura de otros días, no estaba mala, se dejaba comer. Prefiero una tortilla más finita y jugosa, aunque en este caso casi parecía que comías puré de patatas y eso me gustó. Pasad vosotros mismos y juzgad a ver.

Bar Texas

El Texas es un bar de barrio de toda la vida. Ese aire de tasca, antiguo, regentado por un matrimonio que debe estar a las puertas de las bodas de platino y un cencerro gigante que atruena la calle cada vez que reciben una propina. Aquí tomamos una de patatas con salsa, creo que no era picante porque a una de las acompañantes no le gusta. Estaban ricas. Como es un bar pequeño y de paso, comer y beber rápido y salir. Para eso el Texas es ideal. Si no te quedas pegado, claro.

El Champi

Al entrar en este bar, ver la plancha y oler el ambiente me di cuenta que ya lo había vivido. ¡Y tanto que si! En Logroño, en la famosa calle Laurel. De hecho, tengo un post de 2011 al respecto. Fue un golpetazo de nostalgia en todo el paladar. Hasta me volví a quemar y todo. Otro recomendable del tubo zaragozano. Si conoces el Ángel de Logroño, no te va a sorprender mucho, pero está igual de rico. Llegados a este punto, tengo que decir que la cerveza natural que venden de cañero está muy rica y me gustó mucho. No puedo con la Ámbar, lo cual es pecado y tortura en esta ciudad.

El Limpia

Este trío de bares que queda los visité el domingo por recomendación de @CalvoconBarba. Del Limpia me dijo que probase los torreznitos, pero no quedaban cuando llegué (el domingo vuelan). También me dijo que debía de probar las salmueras con vodka. Lo leí tarde y no le pude hacer caso. Al final, me decidí por el papapiko, la tapa estrella de la casa. Una base de patata con picadillo de Soria y mojo picón. Delicioso. Lo acompañan con rebanadas de pan con tomate. Recomendable al máximo.

El Indio Malo

Frente al Limpia se encuentra El Indio Malo. De aquí, recomiendan encarecidamente sus empanadillas. Si nos fiamos de @CalvoconBarba, hay que pedir una de carne picante y otra de tomate y albahaca. Aquí, volví a desobedecer al maestro zaragozano y me lancé a por la suave y la de pollo. Las dos estaban impresionantes. Ardían, sí, pero qué ricas. Se notaban todos los ingredientes utilizados. Muy, pero que muy buena. A 2€ por empanadilla, me parece un precio barato.

Uasabi

Por último, el local de al lado de El Indio Malo es el Uasabi, un bar-restaurante de cocina fusión japoaragonesa. La recomendación del experto local fue el maki de ternasco y, en este caso, seguí el consejo. Como ya iba lleno de papapico y empanadillas, solo pedí un maki, sin bebida ni nada. Muy bien presentado, en un plato, con palillos, salsa de soja y un poco de wasabi. Impresionante. No soy muy fan del sushi, pero me gustó mucho. 2€ el maki, precios similares a otras elaboraciones más tradicionales.

P.D: Os presento una lista de Foursquare que he hecho con estos bares.