Voy con cierto retraso respecto a locales que quiero comentar y que descubráis por vosotros mismos. Como ya sabéis, he pasado casi una semana por Madrid y he podido conocer muchos locales diferentes. Como no quiero que se me vayan pasando, esta semana prescindo (por primera vez) del socorrido cuestionario y me lanzo a contaros una de las experiencias que viví en la capital del país.
Quise aprovechar al máximo mi paso por Madrid. Me apunté a última hora al #JackTour en la capital y disfrutamos de lo lindo con las tapas que nos fueron sacando en el Restaurante Numen de Malasaña, al lado de la parada de metro de Tribunal. Tengo que agradecer la invitación a @.paula_romo que aguantó el que no le mandara una contestación que yo recuerdo haber escrito. Aún así, pude disfrutar de una gran cena encajonado en una esquina junto a Antonio Rull (@AntonioRull), Laura (@trykita) y Carlos (@saliaportabaco).
La cena se desarrolló en base a las especialidades del local, las tapas. Distintos platos fueron aterrizando en las mesas para que los comensales pudiéramos compartir. Todo comenzó con un rico plato de ensaladilla rusa. Pasamos a las croquetas, que había de dos tipos: jamón y queso. Tras ellas, un plato que me sorprendió bastante: seta rebozada. Crujiente por fuera y tierna por dentro. Además, iba acompañada con una salsa de cabrales que lo hacía todo aún más delicioso.
Tras los rebozados, llegó el turno otro tipo de platos. Unos txipis a la plancha con compota de manzana y unas criadillas de cordero con pimientos del piquillo hicieron las delicias de los presentes. Debo reconocer que los txipirones estaban muy tiernos, en su punto, y la compota de manzana le daba un toque algo ácido que le venía genial. Las criadillas estaban estupendas. Aunque no soy muy de casquería, disfruté con el plato y tuve que acabar con lo que quedaba encima de la mesa.
Toda la cena estaba deliciosa, pero los postres me cautivaron. Nos sacaron tres dulces distintos: coulant de chocolate (por el que @Trykita mataba), pastel de cerveza (por el color diría que Guinness) y tarta de queso casera. Me enamoré de la tarta. Estaba estupendísima. De las mejores tartas de queso que he probado (y soy muy fan). Cerramos la cena con unos chupitos de Jack Daniel’s Honey, el patrocinador. Supongo que sería la versión ligera del clásico whisky de Tennessee, pero también pegaba fuerte. ¡Aunque estaba rico!
Tras levantarnos y notar el pelotazo del vino y el Jack Daniel’s, salimos del local, cruzamos la calle y nos fuimos al T-Club Barceló (@TClubOficial). Por lo que me comentaron, es el lugar donde antes estaba la Pachá. Ya no, evidentemente. Allí pudimos disfrutar de un combinado realmente peculiar. Una pequeña barrica de madera presidía la barra y de ahí se sacaba un licor que combinaba con Sprite. Por lo que pude averiguar más tarde, ese cóctel se llama Lynchburg Lemonade y lleva el nombre de la ciudad donde se ubica la destilería de Jack Daniel’s. Nos recomendaron beber eso si no éramos muy de whisky. Luego me aventuré a uno con Ginger Ale que tampoco estaba nada mal. A ver si al final voy a ser de Jack Daniel’s…
Hola:’) Te escribo porque yo también voy a ir a un #JackTour y me gustaría saber más cosas sobre como es la fiesta o como cuestan las copas jeje
Ya que has ido y has escrito, que te pareció? Tiene buena pinta:D
Gracias por compartirlo y gracias por leerme^^
Un besito 😀
Hola, Irene:
Pues la verdad no te sabría decir, yo tuve la suerte de ir invitado por la organización y ésta me dio dos copas. Pero no creo que exceda los precios habituales de los bares, al menos si bebes Jack Daniel’s.
Disfruta y pásalo muy bien. Ya me contarás.
Un saludo.