Un clásico donde los haya. Más de 30 años sirviendo hamburguesas en la plaza Campuzano de Bilbao, en un local minúsculo donde no cabrán más de 10 personas juntas para comer o cenar y en el que hay que esperar a que haya un hueco para poder sentarte. Al menos, mientras esperas te van tomando nota y con un poco de suerte puedes sentarte a mesa puesta. Como digo, esta hamburguesería es una de las más típicas de Bilbao y lleva tres décadas dando de comer a los bilbaínos que se acercan hasta su céntrico emplazamiento. Por X o por Y nunca había probado sus hamburguesas y aprovechando que los miércoles suelo comer por Bilbao, me decidí a pasar por la Cafetería Florida.

Fachada del Florida. / Fuente: Facebok Oficial.

Me gustan las hamburguesas, ya lo sabéis. Y las buenas patatas fritas. Siempre ando detrás de alguna que otra burger porque apetece. Tengo una reducida lista de sitios donde me gustaría comer una en Bizkaia (Bilbao, principalmente) y poco a poco voy tachando locales. Este clasicorro estaba en ella desde hace demasiado, así que me animé a darle una oportunidad. Me recuerda al Alvarito’s. Es pequeño, lleva más de 25 años y muchísima gente habla bien de ellos.

Media ración de patatas con salsa especial de la casa.

Tuve suerte y me acomodaron según llegué. Despúes de echarle un vistazo a la carta, me decidí por una de las hamburguesas disponibles (con bacon, salsa de la casa y su celebérrima cebolla frita) y una media ración de patatas con salsa de la casa. Mi primera decepción vino por ahí. Patatas genéricas y de bolsa con una salsa que no dejaba de ser una rosa de toda la vida (o eso me pareció). Con lo que me gustan las patatas, que me planten esto me molesta un pelín. Piqué de pardillo, también lo digo, porque debería haber optado por la ración de cebolla frita. Las patatas me ciegan.

Hamburguesa completa con bacon del Florida.

La plancha para hacer las hamburguesas está delante de los clientes, así que ves cómo la hacen, sin trampa ni cartón. No es una mala hamburguesa, pero tampoco es espectacular. Me molestó tener que usar cuchillo y tenedor porque se deshacía. Siempre he dicho que las hamburguesas con pan de bollo no me convencen y menos a estos tamaños. Es complicada de comer y acabas manchándote de todas todas. Si le sumas que la barba, la escabechina es guapa. Aún así, es una hamburguesa rica y con sabor. Y me reafirmo en lo dicho de la cebolla frita, muy, muy buena.

La famosa tortita del Florida.

De postre, no hay mucho en lo que pensar: la tortita. Un postre célebre en los 30 años que llevan sirviéndolo en este local y que ya se ha convertido casi en  una institución en la villa. Una buena tortita con sirope de caramelo o chocolate y un poco de nata. Un punto dulce para cerrar la comida y volver al tajo.

El punto punto es el precio. Por esta comida (junto con una lata de Coca-Cola) pagué 16,40€. Por esos importes hay menús del día en la ciudad bastante interesantes. Algunos con hamburguesas, como el del Arima. Me parece un precio algo elevado. Es un local incómodo, pero más que por el tamaño es por la presión que siento (esto es cosa mía, ojo) para liberar la mesa y que pueda sentarse otra persona. Tampoco me gustaron las patatas. Ración generosa, pero congeladas. Prefiero calidad antes que cantidad, pero si hay cantidad y calidad, bienvenido sea. Aún con todo, seguramente volveré.

 

3 Comments

    1. Hay multitud de rankings en Internet de hamburguesas de Bilbao, no creo que pueda aportar nada nuevo. Lo de las pendientes no es mala idea, tal vez como propósito de 2018 a finales de año haga una lista de restaurantes o locales a los que me gustaría ir. De todas maneras, gracias por el comentario @kaviezel.

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